Alevinos de pirarucú. Del Caquetá a Hong Kong y EE.UU.

May 04 2016

La empresa AITZ alista sus primeras exportaciones de pie de cría y se prepara para salir, el año que viene, con filetes de esta formidable especie multipropósito. 

Desde hace cinco años, Ama- zon International Trade Zone, AITZ, viene bregando por hacer del pirarucú (Arapaima gigas) un generador de divi- sas para el país y una nueva fuente de proteína para la población colombiana, y todo parece indi- car que está ad portas de alcanzar ese propósito. En efecto, si las cosas salen como se espera, ha- cia nales del presente año despachará las prime- ras exportaciones de alevinos de esta formidable especie amazónica hacia Estados Unidos y Hong Kong. Poco después vendrán las de carne.

¿Por qué alevinos y no carne? Porque AITZ se encuentra desarrollando, según el modelo de negocio trazado, la primera etapa de su proyecto productivo, que consiste en la producción de ma- terial genético, parte de la cual se destinará a los mercados externos como pez ornamental y para ser utilizado en pesca deportiva. Singapur e In- donesia aparecen también entre los potenciales clientes de este pie de cría.

Alevinos, porque AITZ se siente fuerte por la ventaja comparativa que signi ca trabajar en la cuenca amazónica con una especie amazónica. Si bien en algunos países asiáticos ya se está reproduciendo el pirarucú, los costos de produc- ción de los alevinos son bastante elevados, lo que les resta competitividad frente al producto 

colombiano. Ahora bien, con el n de evitar que esta especie pueda ser reproducida en países no amazónicos, AITZ está trabajando para conse- guir la reversión sexual de los alevinos.

Más tarde, posiblemente a partir de junio del 2016, cuando los 1.500 animales que hoy se en- cuentran en la etapa de ceba alcancen la edad, la talla y el peso apropiados (1.20 de longitud y 12-14 kilogramos, en un año), se iniciarán las ex- portaciones de carne y los colombianos comen- zaremos a ver letes de pirarucú en las grandes super cies y restaurantes. En Colombia, el con- sumo del pirarucú –conocido como arapaima en Brasil y como paiche en Perú, países en los que se ha montado toda una industria en torno suyo–, está circunscrito a la región amazónica, aunque ya hay esfuerzos por darlo a probar en Bogotá, donde, por ejemplo, el restaurante wok lo ha in- cluido en su nueva carta gourmet amazónica.

Álvaro Marlés Artunduaga, presidente eje- cutivo de AITZ, cuya granja está situada a 10 kilómetros de Florencia, la capital caqueteña, y que también se dedica a la cría y exportación de arowuana dorada (Osteoglossum bicirrhosum), especie ornamental, asegura que aunque la compañía va a estar en condiciones de competir con el producto peruano en cualquier mercado (como el gourmet francés), es Estados Unidos el más conveniente por cercanía, precio y logística. Explica que el pirarucú se vende en letes, pero también puede salir en posta; inclusive, existe la posibilidad de que AITZ también lo despache sin cola y sin cabeza, y sin escama pero con piel. 

Comenta que si bien las operaciones propia- mente dichas de la empresa empezaron en el 2010 con los permisos de la Autoridad Nacional de Pesca y Acuicultura, Aunap, y el resto de re- quisitos que exige la normativa para desarrollar un negocio como este, previamente hubo un tra- bajo de exploración e investigación que los llevó a Perú, Brasil, Europa y Asia para conocer deta- lles sobre la cría del pirarucú y el negocio propia- mente dicho. Esta experiencia, así como los con- tactos que posteriormente hicieron, gracias a la gestión Proexport (hoy Procolombia), con poten- ciales clientes de Estados Unidos, quienes están dispuestos a adquirir toda la producción que la empresa obtenga en el corto plazo, les permitió establecer que el fuerte del negocio debe ser la producción de carne.

Revela Marlés Artunduaga que para AITZ fue igualmente valioso un trabajo que desarrolló hace unos veinte años la Asociación de Acuicultores del Caquetá, Acuica, sobre esta especie. “No- sotros asimilamos todo lo que logró Acuica y la experiencia de los peruanos, y ya en la granja, una vez nos aprobaron los cultivos, montamos nuestros propios laboratorios y logística de investigación. Hoy, podemos decir que somos exitosos por haber logrado, entre otras cosas, reproducir el pirarucú a escala industrial, gracias a lo cual nuestra granja, si no es la primera, está entre las primeras en producción de alevinos a lo largo del todo el año en América del Sur”, agrega: "Hemos logrado reproducir el pirarucú a escala industrial, gracias a lo cual nuestra granja, si no es la primera, está entre las primeras en producción de alevinos a lo largo del todo el año en Suramérica" Álvaro Marlés.

En la actualidad, AITZ es la única empresa colombiana que está produciendo pirarucú con altos estándares tecnológicos y cientí cos. Eso sí, se tiene conocimiento de que, por ejemplo, nqueros del Huila ya lo cultivan empíricamente a partir de animales que han sido sacados de su medio natural, lo cual es una ilegalidad, en vista de que esta especie solamente se puede producir en la cuenca amazónica, según lo dispone el Mi- nisterio del Medio Ambiente.

Para Álvaro Marlés es un acierto la prohibi- ción de cultivar pirarucú en cuencas distintas a la amazónica por tratarse de un pez carnívoro muy voraz, que puede poner en peligro la fauna acuática del lugar donde se instale. 

Difcultades mil

Álvaro Marlés asegura que si bien son grandes las di cultades tecnológicas y nancieras (no hay verdadero crédito de fomento) que ha tenido que superar AITZ, no son menores las que plantea el cumplimiento de la normativa ambiental colom- biana. “Aquí todo es complicado y demorado. Por ejemplo: después de cinco años de estar profun- dizando en el negocio y cumpliendo con todas las disposiciones nacionales e internacionales, como los permisos de la Aunap, de cultivo, de comercia- lización y de exportación, desde el 2013 estamos a la espera de que Ministerio del Medio Ambiente nos expida el Permiso Cites, de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amena- zadas de Fauna y Flora Silvestres, del cual depende que podamos sacar las primeras exportaciones de alevinos: mil individuos a Hong Kong y doscientos a Estados Unidos, las cuales serán de gran ayuda para nanciar el resto del proyecto”.

Esto suena a contrasentido –opina–, porque con nuestra labor, lo que estamos haciendo es justamente proteger al pirarucú de su extinción, en la medida en que producimos en cautiverio especímenes de excelente calidad que van a ser- vir para repoblar la cuenca amazónica para pro- vecho de futuras generaciones.

“Ahora bien”, dice Marlés Artunduaga, “el tra- bajo de AITZ trasciende el negocio propiamente dicho para convertirse en un verdadero laborato- rio de aprendizaje para los estudiantes de carre- ras a nes a la acuicultura, que siempre han sido bienvenidos para la realización de sus prácticas académicas, bajo la orientación de nuestros inge- nieros, biólogos y técnicos acuícolas. Este com- promiso social constituye sin duda alguna una contribución a la preservación de las menciona- das especies amazónicas”.

Especie multipropósito

El pirarucú, el pez más grande de agua dulce del mundo (llega a medir de 3 metros de longitud y pesar de 250 kilogramos), no solo es valioso por su exquisita carne y su gran aceptación entre un segmento de acuaristas y pescadores deportivos alrededor del mundo, sino por la posibilidad de industrializar sus subproductos.

“Por ejemplo, su piel es de excelente calidad para la marroquinería, y sus escamas, apreciadas en birsutería, también ofrecen una gran oportuni- dad para la industria cosmética, por su contenido de colágeno”, explica Álvaro Marlés, para quien, si bien el pirarucú tiene gran aceptación como especie ornamental, es difícil llegar a tenerlo du- rante mucho tiempo, al menos en acuarios fami- liares, por el tamaño que alcanza. “Por su tamaño, lo veo más criado para pesca deportiva, como ya se observa en algunos países, entre ellos, Estados Unidos, donde el pescador profesional paga muy bien las capturas en los centros especializados”. 

Fuente: FEDEACUA

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